La historia del Palo, se remonta a los grandes niveles de popularidad y utilidad de la Quina como medicamento. Por ello, se fomentó el interés por mejorar su sabor, en bebida, añadiéndole además raíz de Genciana, planta amarga muy beneficiosa para el aparato digestivo e incorporando el azúcar para suavizar su sabor, dándole finalmente un grado alcohólico suficiente para mejorar su conservación (25º).

El palo, es el aperitivo ibicenco por excelencia, siendo muy popular su consumo antes de las comidas para abrir el apetito.
El palo, degustado con hielo o sólo, es bastante amargo. Es el gran desconocido de las bebidas elaboradas en Ibiza en cuanto a su preparación para degustarlo correctamente. Se sirve en copa o vaso alto, una rodaja de limón previamente exprimida con todo su zumo, hielo y dos o tres gotas de ginebra (no más) para disfrutar de un aperitivo que sorprende por su riqueza en sabor y sus grandes propiedades digestivas. Para darle un punto diferente, se añade gaseosa o agua con gas. Antiguamente se utilizaba el sifón. Servido de éste modo, se le elimina el puntito amargo de la bebida (sin restar sus beneficiosas propiedades) y se le realza un poco su tono dulce.

A modo de anécdota, comentar que el palo no es un licor de algarroba, tal como hace referencia una antigua leyenda popular.