Recogida en el corazón del Parque Natural de Ses Salines, el nuevo artículo gourmet de esta empresa ibicenca se presenta en dos formatos: molida y Flor de Sal
Familia Marí Mayans crece y presenta Sal ANaCleta, el primer producto de esta empresa centenaria de Ibiza que nace amparada en Familia Marí Mayans Gourmet. Una sal exclusiva, 100% natural, sin aditivos ni conservantes, que se distribuirá en dos formatos, molida y Flor de Sal, y que se extrae del corazón del Parque Natural de Ses Salines, un claro ejemplo de la riqueza de la biodiversidad mediterránea que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999. Se trata del primer artículo dentro de su nuevo sello Familia Marí Mayans Gourmet, a través del cual esta empresa ibicenca lanzará al mercado una gama de productos selectos repletos de sabor local, rasgo distintivo de todas sus creaciones. ANaCleta es un nombre de mujer con el que Familia Marí Mayans rinde homenaje a las mujeres del campo ibicenco en su etiqueta, con una representación en miniatura de una payesa portando un salero, mientras el nombre juega con la representación de la sal en la tabla periódica, NaCl. Las dos tonalidades del etiquetado sirven para diferenciar los formatos en los que se comercializa este exclusivo producto de carácter local, azul para la sal molida y rosa para la Flor de Sal. Debido a la escasez de producción de sal de este año en el Parque Natural de Ses Salines, las unidades de Flor de Sal que Familia Marí Mayans lanza al mercado son reducidas, lo que convierte a este producto 100% ibicenco en un artículo exclusivo dentro del catálogo de esta empresa familiar con más de un siglo de experiencia.
La recogida de la sal en la isla se remonta a tiempos de los fenicios, en el siglo 600 a.C., y desde entonces, a excepción de algunos avances tecnológicos, su extracción se sigue llevando a cabo de manera artesanal. El agua del mar entra en los estanques salineros, divididos en tres tipos: calentadores, concentradores y cristalizadores, por los que se filtra de uno a otro hasta acabar en esto últimos donde, debido a su menor profundidad, se evapora el agua y se cristaliza la sal. A continuación, se extraen las escamas y se dejan secar al sol para después molerlas en piedra. A diferencia de la sal común, la sal marina ANaCleta está compuesta no sólo de sodio, nutriente esencial para el funcionamiento del sistema nervioso y el movimiento de los músculos, sino que también contiene calcio, potasio y magnesio, minerales que el cuerpo necesita para mantenerse saludable. El tamaño de sus granos y su sabor más intenso, otro de sus rasgos, permite reducir su uso en las comidas, con su consecuente beneficio para la salud.
ANaCleta, de Familia Marí Mayans Gourmet, se presenta en envases de 120 gramos, con un formato de vidrio 100% reciclable y reutilizable, cerrado herméticamente gracias a una tapa de caucho, demostrando una vez más el compromiso de esta empresa familiar por la sostenibilidad de la isla, lugar que ha visto nacer a distintas generaciones de esta estirpe de alquimistas.